Angela Carini, de peso wélter, se ve obligada a boxear contra un hombre biológico argelino, un intersexual con genes masculinos. Se rinde después de solo 45 segundos y llora de rabia cuando su oponente es declarado ganador.
— Capitán Bitcoin (@CapitanBitcoin) August 1, 2024
¿Esto es justo para ti? pic.twitter.com/iuKSAtFZi5
Lamentablemente, en nuestra publicación anterior cometimos un error al afirmar que la boxeadora argelina Imane Khelif era una persona transgénero. Queremos aclarar que Khelif no es trans, sino cisgénero. Nació y fue criada como mujer en Argelia, un país con una fuerte represión hacia el colectivo LGTBI+. Sin embargo, es importante destacar que existe un debate legítimo en torno a la intersexualidad en el ámbito deportivo, ya que Khelif presenta características intersexuales, como niveles de testosterona elevados y cromosomas XY, que han suscitado discusiones sobre la equidad en la competencia.
Nos disculpamos sinceramente por cualquier confusión causada por nuestra publicación anterior. Como siempre, valoramos la precisión en la información que compartimos y nos comprometemos a rectificar cuando sea necesario. Agradecemos su comprensión y seguiremos esforzándonos por brindarles noticias veraces y fundamentadas.
Noticia anterior desactualizada:
En los Juegos Olímpicos de París 2024, una escena de película se desarrolló en el cuadrilátero cuando la boxeadora italiana Angela Carini decidió abandonar su pelea apenas 47 segundos después de comenzar. ¿El motivo? No, no fue un golpe demoledor, sino algo mucho más inesperado: la controversia sobre el género de su rival, la argelina Imane Khelif.
El combate apenas había iniciado cuando Carini, después de recibir un par de golpes de Khelif, se declaró fuera de juego. «Me dio dos golpes y ya no podía respirar», comentó la italiana, en lo que algunos interpretaron como una sutil referencia a la presión psicológica más que a los impactos físicos.
Pero esta historia comenzó antes de que sonara la campana. La participación de Khelif ya había generado revuelo debido a que fue excluida del Mundial de Nueva Delhi en 2023 por tener cromosomas XY, a pesar de cumplir con los requisitos del Comité Olímpico Internacional para competir en la categoría femenina. Italia, con la ministra de Familia, Natalidad e Igualdad de Oportunidades, Eugenia Roccella, a la cabeza, ya había expresado «gran preocupación» sobre la equidad en la competición, destacando el potencial riesgo que esto podría suponer en el ring.
Las declaraciones de Roccella, quien no es ajena a la polémica con su postura conservadora, resonaron fuerte cuando señaló que en los deportes de contacto directo como el boxeo, la inclusión de personas transexuales debe tratarse con rigurosidad para garantizar una competencia justa y segura.
La reacción del Comité Olímpico Italiano tampoco se hizo esperar, aunque fue más diplomática, llamando a la revisión de las normas para asegurar que todos los atletas compitan en condiciones justas y acordes con la Carta Olímpica.
Mientras los espectadores aún se preguntan qué hubiera pasado si la pelea hubiera continuado, lo que es seguro es que este incidente seguirá dando mucho de qué hablar. ¿Fue una retirada táctica, una declaración política, o simplemente un mal día en la oficina para Carini? De lo que no cabe duda es que París 2024 ya tiene su primer gran escándalo y, quién sabe, puede que no sea el último.