El 13 de octubre de 1972, un avión uruguayo que transportaba a 45 personas, incluyendo un equipo de rugby, se estrelló en los Andes, marcando el inicio de una de las historias más impactantes de supervivencia. Esta tragedia, que dejó un profundo impacto en la memoria colectiva, ha sido llevada al cine en varias ocasiones, pero ninguna adaptación había conseguido capturar la esencia del suceso con tanta fidelidad como lo ha hecho «La Sociedad de la Nieve», una película que ha superado con creces a la icónica «Viven» de 1993.
La película, dirigida por J.A. Bayona, ha sido ampliamente elogiada por su minuciosa recreación de los eventos reales, lo que ha llevado a muchos críticos y espectadores a considerarla como la versión definitiva de esta historia. A continuación, exploramos cómo el equipo detrás de «La Sociedad de la Nieve» logró plasmar de manera tan precisa y conmovedora la tragedia de los Andes.
Una recreación visual impresionante
Desde el primer momento, «La Sociedad de la Nieve» se propuso recrear los eventos con la mayor autenticidad posible. Esto se refleja en la elección de locaciones que emulan a la perfección la inhóspita cordillera de los Andes, donde se desarrolló la tragedia. El equipo de producción no escatimó en esfuerzos para encontrar escenarios que replicaran con exactitud las condiciones climáticas extremas que enfrentaron los sobrevivientes, lo que añade una capa de realismo que muchas veces se pasa por alto en otras adaptaciones cinematográficas.
La película se rodó en Granada y mezclaron mezcladas con imágenes de locaciones remotas de la propia cordillera de los Andes, lo que permitió capturar no solo la majestuosidad del paisaje, sino también su brutalidad. El uso de efectos prácticos, en lugar de depender exclusivamente de CGI, le da una crudeza visual que resuena con la audiencia y transmite la dureza de las condiciones vividas por los protagonistas.
Fiel a los hechos y a las emociones
Uno de los mayores logros de «La Sociedad de la Nieve» es su compromiso con la veracidad histórica. La producción trabajó estrechamente con los sobrevivientes de la tragedia, quienes no solo compartieron sus experiencias, sino que también colaboraron en la escritura del guion. Esto asegura que los eventos se presenten de manera fiel, no solo desde un punto de vista factual, sino también emocional.
El guion, coescrito por Bayona y Nicolás Casariego, es un testimonio de respeto hacia las víctimas y los sobrevivientes, evitando caer en el sensacionalismo que podría trivializar la experiencia. En lugar de centrarse únicamente en los aspectos más dramáticos, la película ofrece una visión equilibrada que destaca la humanidad y la resiliencia de los protagonistas, algo que resonará profundamente en los espectadores.
Comparaciones con «Viven»: ¿Por qué es mejor?
La inevitable comparación con «Viven», la película de 1993 dirigida por Frank Marshall, ha sido un tema de discusión entre los fanáticos del cine y la crítica. Si bien «Viven» es una película respetada y recordada por su poderosa narrativa, «La Sociedad de la Nieve» lleva la historia un paso más allá, no solo en términos de fidelidad histórica, sino también en la forma en que aborda los aspectos psicológicos y emocionales de los sobrevivientes.
Donde «Viven» se enfocaba más en el drama de la supervivencia y los dilemas morales, «La Sociedad de la Nieve» ofrece una visión más matizada que explora las complejidades de la experiencia humana en situaciones extremas. La profundidad emocional que Bayona y su equipo lograron capturar es lo que realmente distingue a esta película y la eleva por encima de su predecesora.
Un legado cinematográfico
«La Sociedad de la Nieve» no es solo una película sobre una tragedia; es un homenaje a la fuerza del espíritu humano. Al combinar una recreación visual impresionante con una narrativa fiel a los hechos y profundamente emocional, esta película se establece como una obra maestra que no solo honra la memoria de los involucrados, sino que también ofrece una experiencia cinematográfica inolvidable.
En definitiva, «La Sociedad de la Nieve» no solo supera a «Viven», sino que se consolida como una de las mejores adaptaciones de esta conmovedora historia, ofreciendo al espectador una ventana auténtica y visceral a una de las pruebas más extremas de supervivencia que ha conocido la humanidad.